Después de estas mini-vacaciones en Sevilla, hoy tocaba volver a la realidad y la verdad es que se me ha hecho bastante cuesta arriba.
El Sábado por la tarde, partimos hacia Sevilla un grupo de amigos del club y yo, con la encantadora compañía de mi chica...
Santi, Mike, Juan Pablo y Carlos, junto conmigo, formábamos el escuadrón de caballarería representando al Elche triatlón club para cada uno a su manera, pelear con esos temidos 42195 metros del maratón.
El Domingo amaneció frío, hacia bastante fresco y el cielo nublado, (todo lo contrario a mis preferencias competitivas).
La verdad, mi objetivo era claro, salir a 4`40” el km, e intentar acercarme lo mas posible a 3h15`, que teniendo en cuanta que mi marca del año pasado en Barcelona era 3h26`no estaba nada mal.
Nos dirigimos a la meta y conseguimos una buena posición en la salida, (o eso pensaba yo, porque luego se hizo un atasco increíble).
Así que con este panorama empieza la carrera... Santi y yo salimos juntos y esa era la idea, hacer la carrera juntitos...
El primer km se hace interminable, y es que era imposible correr hasta que salimos del estadio, pero poco a poco nos fuimos situando y cogiendo el ritmo...
A partir del km 2 en adelante, Santi y yo eramos como un reloj... Velocidad de crucero de 4`40´ 5 arriba 5 abajo...
Yo iba comodísimo a ese ritmo y con las pulsaciones ideales. Iban pasando los kilómetros y estaba convencido de que podía aguantar toda la carrera así...
Pasamos la mitad de la maratón con un tiempo de 1h.38`... Era perfecto... Y me encontraba muy bien, excepto un dolor en el empeine que poco a poco se iba haciendo mas de notar...
Km 26 y clave para mi; de repente, y sin motivo aparente me suben las pulsaciones y pienso que debo aflojar si quiero aguantar... Santi me dice que le siga, pero no puedo, porque sabia que si lo seguía no le iba a aguantar mucho rato y aun quedaba lo peor... Así que decido bajar un poco el ritmo, mientras veía como se alejaba lentamente...
Pero lejos de lo que a mi me hubiese gustado, el ritmo fue bajando y bajando, y hubo un momento en el que de no ser por el coco hubiese tirado la toalla...
Joer, que mal, pensaba, no puedo... Y aun quedan 12km, me decía a mi mismo...
Pero bueno.. al final, poco a poco, pasito a pasito fui comiendo kms, a un ritmo cada vez peor, y con un dolor bastante intenso en el empeine.
Km38, veo a Bea, me anima, me tira una foto y le digo, he “petao”...grrr!! Pero bueno, saco fuerzas de donde no las hay y reavivo un poco el ritmo para acabar ya de una vez e intentar al menos hacer 3h20´ +-...
Entro al estadio, la gente grita aunque yo solo voy pensando en que quizás puedo hacer ese tiempo que quiero, pero...al final nada... No pudo ser... 3h21`12”, y petada al canto...
Otra vez será...
Y bueno... aprovechando que estabamos en Sevilla, nos quedamos hasta el Lunes por la noche Bea y yo de turismo por la ciudad a modo de “fin de semana romántico valentinero”, jeje,...
Y la verdad es que me pareció bastante chula con todas esas callejuelas en el casco antiguo, esa cultura de ir en bici, grandes parques y esos monumentos... Y la buena gente, por supuesto...
Ahora, semanita de regeneración, y a volver a darle caña!!
Saludos!
riki, sigo tu blog porque me estoy preparando para la maraton de barcelona y en santa pola hice un tiempo parecido al tuyo, mi intencion tambien es hacer 3:15, pero eso es lo que quiero, porque a lo mejor, la realidad tambien me pone en mi sitio, no se, tengo muchas dudas pero ojala que me salga como a ti, creo que aunque se te halla quedado un poco mal de sabor de voca porque a partir del 26 tubiste que bajar el piston, hiciste un carreron y estoy seguro de que volveras a buscar tu 3:15, enhorabuena por tu marca.
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